Deidad menor
Símbolo: copo de nieve blanco sobre un diamante gris (un rombo heráldico) con borde blanco
Plano natal: Corazón de la Furia
Alineamiento: Neutral Maligno
Ámbito: frío, invierno
Adoradores: druidas, arcontes elementales (agua o aire), gigantes de la escarcha, habitantes de climas fríos, exploradores.
Alineamiento de los clérigos: CN, LN, NM
Dominios: Agua, Aire, Mal, Tormenta.
Arma predilecta: “Caricias de la dama de hielo” [hacha de hielo] (hacha de batalla)
Áuril es una diosa caprichosa, vana, maligna y con un corazón de hielo, venerada principalmente debido al miedo. Permanece intacta por ningún indicio de verdadero amor, sentimiento noble u honor. Disfruta jugando con aquellos que la ofenden, atrapándolos en tormentas de nieve y después conduciéndolos a la locura con seductoras visiones de calor y el confort de un hogar antes de congelarlos hasta la muerte. Su belleza es fría y mortal. Es la flor de la feminidad conservada, para siempre, en un bloque de hielo ártico (y con la misma sensibilidad que el hielo).
La iglesia de Áuril esta organizada de una manera muy laxa e informal, y los miembros del clero vagan libres y son en gran medida independientes. Buscan lograr que todas las gentes teman a su diosa y a su clero (para acabar con los ataques a los que se enfrentan) mediante la furia del clima invernal. También generan riquezas e influencia personal llevando a cabo tareas que otros no podrían en el peor tiempo del invierno, y protegiendo mágicamente de lo mas crudo de la estación a aquellos que pagan u obedecen. Los miembros del clero hacen ofrendas a la diosa de parte de la riqueza que amasan dispersándola en la nieve que cae durante una tormenta de nieve o arrojándolas a las fisuras de un río congelado o un glaciar. En los meses fríos Áuril espera de cada uno de sus clérigos que fuercen o persuadan a alguien a rezarla de modo apropiado suplicando a Áuril piedad y alabándola por la “limpieza helada” que trae. Esta plegaria debe durar el tiempo que tarda un pedazo de hielo mayor que las manos del suplicante en derretirse contra su piel desnuda, lo cual debe ser realizado en el exterior preferiblemente de noche. Durante el invierno también se espera del clero de Áuril que mate al menos a una criatura con el frío. Esto es con frecuencia realizado así para proporcionar a los adoradores o adoradores potenciales de la diosa comida o para acabar con algún enemigo personal del clérigo.
Los clérigos y druidas de Áuril rezan para sus conjuros durante la medianoche o en cualquier momento en que la temperatura alcance su mínimo a lo largo del día, yaciendo en la nieve o en el arroyo mas frío disponible durante toda la noche, si es posible. La noche de Hibernal es el momento mas sagrado del año para el clero de la Dama de hielo. Es un festival de baile en el hielo que dura toda la noche, dirigido tanto a la diversión como al reclutamiento. La Venida y la Última tormenta son dos rituales celebrados con entusiasmo, en los que aullantes tormentas de hielo son convocadas por el clero trabajando en grupo para señalar en inicio o ultimo coletazo del invierno. Unirse al clero requiere pasar un ritual conocido como el Abrazo, durante el cual se corre a través de una ventisca durante toda la noche vestido solo con unas botas, un delgado vestido y una pintura corporal que representa los símbolos de la Diosa del frío, sin el manto protector de magia alguna. Áuril acepta a aquellos que no se congelan hasta la muerte. Muchos clérigos y druidas se hacen multiclase como discípulos divinos, arcontes elementales o exploradores.
Historia/Relaciones: Áuril es una de las deidades de la Furia, junto con Málar, Úmberli y su superior, Talos. En los últimos años Talos erosiono gran parte de su poder, y en respuesta ella hizo del invierno una estación cada vez mas fría en el Norte. La Doncella de hielo puede acudir a Úmberli con cierto grado de confianza. Málar y Áuril se desprecian mutuamente. Además, la Diosa del frío, ha comenzado a absorber poder del durmiente Ulutin lo suficientemente despacio como para no despertarlo, y cuando dentro de unos años lo haya matado planea seguir otorgando conjuros en su nombre.
Dogma: cubre todas las tierras de hielo. Sofoca el fuego donde quiera que lo encuentres. Deja entrar a los vientos y haz agujeros en muros y tejados para que mi aliento pueda entrar. Produce oscuridad para ocultar el maldito sol y que la gelidez que trae Áuril pueda matar. Toma la vida de una criatura ártica solo en gran necesidad, pero mata a todos los demás seres cuando lo desees. Haz que todo Faerûn tema a la Doncella de hielo. Reverencia a la diosa del frío y canta sus alabanzas en cualquier brisa gélida o viento invernal. No levantes tu mano contra ningún otro clérigo de Áuril.
|