Trasfondo:
Incluso de mortal, los temas espirituales fascinaban a Anatole. Las visiones
proféticas que acompañaron a Anatole tras su Abrazo le indicaron
que tenía una misión en su no-vida como un conducto para
expresar la voluntad de Dios hacia los Hijos de Caín (NdJ:
según él, Dios le ordenaba diablerizar a vampiros malvados
para así redimirlos).
Llevado por sus sueños a extrañas sendas, Anatole cometió
diableries sobre otros vampiros en un intento de absorber su clarividencia.
Muchas de sus visiones se referían a la Gehenna; otras le hablaban
del sueño intranquilo del demonio Kupala bajo la tierra de Transilvania.
Durante la Revolución Francesa, Anatole experimentó una
transformación en sus metas visionarias, que le arrastraron lejos
de sus intentos de reconciliar la existencia de la Estirpe con la voluntad
de Dios. En vez de eso, se convirtió en heraldo de las Noches Finales.
Su encuentro con Octavio, otro profeta loco que afirmaba ser la voz del
demonio Kupala (NdJ: y que en realidad si lo era),
llevó a un giro predestinado de la no-vida de Anatole. Incapaz
de soportar por más tiempo su carga, Octavio quiso pasar su legado
a Anatole mediante la diablerie.
Desde ese momento Anatole ha portado sobre sí una doble maldición.
El espíritu de Octavio continúa morando dentro de su cuerpo,
proporcionándole más visiones profundas de la próxima
oscuridad de la Gehenna. Además de eso, ahora Kupala habla a través
de Anatole, quién incorpora los perversos presagios y directrices
del demonio en sus palabras.
El apego de Anatole hacia Lucita le proporciona una fiel compañera
que a veces es capaz de interpretar para otros las visiones que él
tiene. Anatole se considera a si mismo el protector de Lucita, y de hecho,
demuestra ser un guerrero bastante competente.
Durante los últimos siglos, Anatole ha estado en compañía
de Beckett, otro buscador de la verdad de la existencia de la Estirpe
y un notable analista del Libro de Nod.
Aspecto: Debido primordialmente a la insistencia de Lucita, Anatole
ha modificado su apariencia para adaptarse a las modas modernas. Su maraña
de pelo rubio opaco le da el aspecto de un rastafari, y sus ropas a remiendos
le hacen parecer un vagabundo. De mediana altura y rasgos anodinos, Anatole
tiene la cara de un fanático. Sus ojos arden con el fuego de sus
visiones.
Sugerencias de Interpretación: Tu tormento interno te lleva
al borde de la desesperación, pues ves claramente lo que va a suceder
pero no puedes expresar tus visiones excepto en símbolos que significan
poco para los demás. Ahora que albergas en tu interior el alma
de tu mentor y la voz de un demonio, tu visión interna te acerca
cada vez más a la verdad; antes o después el futuro tendrá
que manifestarse ante ti con el brillo de un amanecer largamente olvidado.
Tu descanso solo llegará cuando pasen los ocho signos y tus voces
y visiones ya no te molesten más.
Secretos: Anatole posee una habilidad semejante a la Fe Verdadera,
aunque no parece conectada con ninguna creencia religiosa reconocible.
Su capacidad de apartar físicamente a Vástagos no deseados
y a otras criaturas sobrenaturales desafía toda explicación.
También puede realizar proezas milagrosas en momentos críticos.
Influencia: Aunque Anatole carece de "posición"
tradicional entre la Estirpe, aquellos que le han conocido no pueden negar
su poder de convicción. Ha conseguido un séquito de ghouls
y acólitos humanos que creen que es un hombre santo.
Destino: A finales del siglo XX, Anatole está cada vez más
desesperado por comunicar la urgencia de sus visiones. Viaja frenéticamente
de sitio en sitio, a las Américas, a Europa y a zonas de Asia y
África, buscando Vástagos que pudieran creer y actuar a
partir de sus profecías. Finalmente, justo antes del cambio de
milenio, Anatole vierte sus visiones en una épica cascada de pensamientos
sin orden alguno, y encuentra su Muerte Definitiva.
NdJ: Bueno, fue algo más complicado su final,
pero para resumir: encuentra la caverna en la que el antaño toreador
Leopold, ahora "poseído" por el Ojo de Hazimel ha intentado
crear una obra de arte que satisfaga a su escurridiza "musa".
Para ello ha moldeado la piedra de la caverna con los cuerpos, muchos
aun vivos, del derrotado ejercito gangrel comandado por Xaviar. Cuando
(después de que Leopold ya se haya ido) Anatole ve esa escena acaba
escribiendo un montón de profecías en las paredes de la
cueva con su propia sangre (después de arrancarse un brazo) y cuando
acaba pone fin a su no-vida clavándose a si mismo en lo alto de
la escultura principal de la gruta. Esto último ocurre el 16 de
octubre de 1.999, en algún lugar del estado de Nueva York. Cuatro
días más tarde llegan Hesha y Ramona, consiguiendo sacar
fotos de lo escrito por Anatole dentro de la caverna, aunque en el exterior
no quedan rastros de la tremenda destrucción que acompañó
a la despiadada derrota de los gangrel, al menos rastros visibles... ¿un
poderoso efecto de Quimerismo?
Clan:
Malkavian
Sire: Pierre l'Imbecile
Naturaleza: Visionario
Conducta: Penitente
Generación: 6ª
Abrazo: 1.193
Edad Aparente: veintipocos
Atributos Físicos: Fuerza 3, Destreza 4, Resistencia 4
Atributos Sociales: Carisma 4, Manipulación 2, Apariencia
2
Atributos Mentales: Percepción 6, Inteligencia 2, Astucia
4
Talentos: Alerta 3, Empatía 4, Esquivar 3, Expresión
4, Intimidación 3, Liderazgo 2, Pelea 2, Subterfugio 3
Técnicas: Armas C.C. 3, Conducir 1, Equitación 1,
Etiqueta 1, Pericias 3, Sigilo 3, Supervivencia 4, Tiro con Arco 2, Trato
con Animales 2
Conocimientos: Academicismo 3, Enigmas 4, Informática 2,
Investigación 2, Leyes 1, Lingüística (español,
inglés, rumano, alemán) 3, Ocultismo 4, Teología
2
Disciplinas: Animalismo 1, Auspex 5, Celeridad 2, Dominación
4, Fortaleza 4, Ofuscación 6, Potencia 2
Trasfondos: Criados 4, Rebaño 3
Virtudes: Conciencia 3, Autocontrol 2, Coraje 5
Moralidad: Camino del Cielo 5
Fuerza de Voluntad: 6
Fe Verdadera: 1 (aunque con los matices arriba explicados).
NdJ: Antes de su fin, hizo cosas muy interesantes,
como dejar señales y profecías en forma de acertijos, uno
de los cuales fue resuelto por Calebros justo a tiempo de permitir a los
Nosferatu el cazar al asesino de Petrodón, el tremere antitribu
(y por entonces el último) llamado Nickolai, que había usado
a Leopold y a Benito Giovanni para ello. También diabolizó
a su compañero de clan, el antaño príncipe de Atlanta,
J. Benison Hogdes, con la aprobación implícita de este (no
se defendió al ser atacado, quería dejarse ir para así
vengar la muerte de su esposa Ventrue a manos del sabbat).
Cortesía
de Jurgen Heindall
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