No digas tonterías, amor mío. Ya sé que no puedes vivir sin mi
Algunos Vástagos envidian su belleza y su gracia, su capacidad para despertar pasión en los mortales, la facilidad con la que se desplazan entre las masas... envidia que es un alimento tan potente para ellos como la propia Sangre. Estos Vástagos personifican a los vampiros perfectos. A pesar de ello, muchos albergan demasiada muerte en su interior para disfrutarla.
Los Daeva, llamados Súcubos por otros clanes, son unos expertos en hacer que su presa venga a ellos, ya que no solo la consideran como alimento, sino como entretenimiento. Ningún Daeva que se precie recurre a la táctica de atacar a sus presas por las calles. Estos Vástagos suelen acompañar al mortal hasta su apartamento, abandonándolo en un estado lánguido y sexualmente exhausto a la mañana siguiente (si es afortunado) o dejando un cadáver exangüe (si no lo es). Los miembros de este clan son seductores y sensuales, capaces de anular la incomodidad de un Nosferatu. Cuando lo desean, manejan la política como si fuera un instrumento afinado. Incluso los aliados y conspiradores que saben que no pueden confiar en ellos suelen encontrarse en una posición comprometida debido al magnetismo que exhalan. Un gran número de arpías pertenece a este clan, y utiliza su poder forma implacable. Un rechazo hiriente de una arpía Daeva puede derrumbar la reputación de un vampiro con más rapidez que una denuncia del propio Príncipe.
Muchos Súcubos son seres extraordinariamente sensuales que se sienten atraídos por la sangre y la belleza a partes iguales, aunque se trata de una pasión artificial. Su capacidad para sentir amor por el prójimo se va atrofiando a lo largo de los años que pasan manipulando el amor de los mortales y el respeto de sus compañeros hasta llegar al momento en que son incapaces de comprender las emociones como algo distinto a herramientas para conseguir sus objetivos. A pesar de su fervor aparente, muchos Súcubos están tan muertos espiritualmente como lo están físicamente. Afirman que comprenden el deseo, aunque todo lo que entienden es la necesidad. Esta perversión de las emociones hace que muchos Daeva se conviertan en depravados como única vía para volver a sentir de nuevo.
Los Daeva se mueven en aquellos círculos de la sociedad en que sus naturalezas lujuriosas son más útiles, ya sea en la alta sociedad o en la incultura. Estos Vástagos se sienten atraídos por la belleza y las grandes congregaciones de mortales, por lo que suelen frecuentar teatros, galerías, clubes de moda, discotecas, garitos de drogas, prostíbulos y cualquier lugar similar. Dejando a un lado las preferencias personales, los Súcubos frecuentan cualquier capa social, ya que su naturaleza seductora les permite encontrar recipientes en cualquier lugar que vayan, habilidad que les ha permitido prosperar y convertirse en uno de los clanes más numerosos. La mayoría de las clases sociales ya están repletas de ellos, por lo que los recién llegados y los perdedores de los juegos políticos deben resignarse a vivir entre los pobres y los marginados (o a lo mejor entre la clase media), algo que, como su sangre es igual de roja en cualquier miembro, supone una afrenta para ellos. Pocos Vástagos están tan desesperados por encontrar su nicho ideal como los Daeva. Los Vástagos sabios no suelen aprovecharse de un Daeva en esa situación, ya que es probable que en un futuro cercano alcance la posición privilegiada que busca con tanto ahínco. Los Súcubos nunca olvidan una afrenta.
Apodo: Súcubos (los Daeva masculinos suelen recibir el nombre de Íncubos, aunque el clan recibe el mote correspondiente al nombre femenino).
Alianzas: la mayor parte de estos Vástagos pertenece a la alianza de los Invictus. Están bien adaptados para el juego político y allí pueden rodearse de sirvientes, aunque se vuelven más inhumanos y cansados conforme su edad avanza. Muchos Daeva están demasiado centrados en sí mismo como para escuchar la llamada religiosa del Lancea Sanctum, aunque las excepciones que son capaces de canalizar su poder sensual suelen alcanzar posiciones importantes y dar la sensación de que la presencia del clan en el Lancea Sanctum es más numerosa de lo que es en realidad. Pocos Daeva se sienten atraídos por los Cartianos. ¿Para qué luchar por una sociedad igualitaria cuando el sistema actual les favorece? La alianza de la Ordo Dracul alberga un pequeño número de Daeva, como si los rigores de la alianza hicieran la vida del hedonista más placentera. El Círculo de la Bruja cuanta con pocos Daeva por los mismos motivos que el Lancea Sanctum, y aquellos que se unen a él lo hacen empujados por un sentimiento de rebeldía contra la sociedad más que por la creencia en las enseñanzas de los Paganos. Existe un sorprendente número de Súcubos pertenecientes a los no alineados, convencidos, en su percepción de superioridad, que no necesitan atenerse a las leyes y las restricciones sociales.
Apariencia: los Daeva suelen Abrazar movidos por la fascinación, o al menos por lo que ellos creen que es pasión, por lo que no suelen sentirse atraídos por mortales poco atractivos. Por este motivo, muchos Daeva son sorprendentemente hermosos. El clan también está familiarizado con las tendencias y la moda, ya que le facilitan el acceso a las presas.
Refugios: los refugios Daeva son variados y cómodos... aunque transmiten una alarmante sensación artificial de afinidad con sus recipientes favoritos. Muchos de ellos están cercanos a centros sociales o políticos. La estética específica varía, aunque en su mayor parte suelen estar diseñados para impresionar a los compatriotas, aliados o víctimas. Los condominios suelen ser bastante populares. Muchos Daeva no se molestan por mantener las apariencias siempre que no interfieran con sus presas, por lo que algunos refugios pueden tener rastros de los recipientes anteriores.
Trasfondo: los Daeva suelen provenir de la clase social alta, aunque las excepciones se van haciendo más frecuentes. Los sires de los Súcubos suelen buscar una combinación adecuada de encanto, cultura, seducción, deseo por mejorar, pasión y belleza física. Muchos Daeva Abrazan a mortales por los que sienten atracción, aunque esta sensación acaba demostrándose falsa, ya que es una mezcla de lujuria y hambre. Pocas relaciones son tan eufóricas como las que mantienen los Daeva con sus chiquillos recién Abrazados, y pocas se enfrían tan rápido.
Creación del personaje: los Atributos y las Habilidades Sociales suelen ser primarias, en espacial para aquellos que deben causar una buena impresión para persuadir y seducir. Los Méritos Sociales también son frecuentes, ya que ponen de manifiestos las conexiones del Vástago con la sociedad mortal y vampírica. Debido al hecho de que muchos Daeva se alimentan con la ayuda de la manipulación y la traición, es importante comenzar con un nivel elevado de Humanidad, ya que es probable que descienda rápidamente.
Atributos preferidos: Destreza o Manipulación
Disciplinas de clan: Celeridad, Majestad , Poderío
Debilidad: debido a la añoranza por las pasiones que perdieron tras el Abrazo, los Daeva tienen dificultades para aislarse del hedonismo que cultivan como miembros de los Condenados. En cualquier momento en que un Daeva tenga una oportunidad para disfrutar su Vicio y no la aproveche, pierde dos puntos de Voluntad (como contraposición al punto que ganaría si se dejara llevar por él).
Organización: la posición entre los miembros del clan es meramente un asunto social, hecho que hace que muchos jóvenes Daeva parezcan tópicos andantes. Ni siquiera los antiguos del clan son inmunes a las actitudes vengativas y a los rencores del pasado. Aunque es probable que un Súcubo recurra al apoyo de los miembros de su clan ante una amenaza externa, suelen competir entre ellos con la misma pasión que lo hacen con el resto de los Vástagos (e incluso más). Este motivo hace que los Daeva carezcan de una estructura formal. Aquellos que dominan la escena política y social ocupan una posición dominante en el clan.
Líneas de Sangre: Duchagne (una línea de sangre europea de degenerados aristocráticos que tiene la capacidad de manipular los sentidos de los que les rodean), Toreador (una rama del clan que ha reconocido su pérdida de la pasión e intenta recrearla inspirando los sentimientos artísticos o las emociones extremas, aunque acaban aburriéndose y abandonan sus juguetes al poco tiempo), Xiao.
Conceptos: hedonista hastiado, noctámbulo empedernido, dueño de un club de moda, líder de culto, asesino en serie, arpía a tiempo completo, vampiro aburrido que se excita al interpretar a una criatura de la noche (una actitud melodramática que suelen poseer los más jóvenes hasta que el peso del Réquiem les hace ver la realidad), Vástago político, portavoz de la alianza local, mecenas, “escolta” profesional.
Estereotipos Gangrel: son bestias, aunque sus cuerpos animales contienen una ferocidad terrible. Mekhet: se ocultan en las sombras, pero ¿por comodidad o por miedo? Nosferatu: muestran en su exterior el interior que alberga cualquier Vástago. Ventrue: ¿cuál es la mayor maldición, la debilidad de la mente o las responsabilidades de mantener a los compañeros? ... Lupinos: No, gracias. Los Gangrel ya son suficientemente salvajes. Magos: la idea de un mortal con esta clase de poder es... fascinante. ¿No estarán interesados en conversar unos minutos? Mortales: son unos seres tan sencillos... Me alegro de no ser uno de ellos. Aunque... desearía recordar con más claridad sus sentimientos. |
Cortesía de Jurgen Heindall