A
los Toreador se les llama muchas cosas: "degenerados", "artistas",
"farsantes", "hedonistas"... Pero cualquiera de estas
etiquetas hace un flaco favor al clan. Dependiendo del individuo y de su
estilo, los Toreador son elegantes y llamativos, brillantes y ridículos,
visionarios y disipados. Quizá lo único que puede aplicarse
con certeza a todos ellos es el celo estético de sus miembros. Haga
lo que haga un Toreador, lo hace con pasión, y sea lo que sea, lo
es con pasión.
Para los Toreador, la vida eterna debe ser saboreada. Muchos eran artistas,
músicos o poetas en vida; muchos más han pasado siglos de
frustración haciendo ridículos intentos en el arte, la música
y la poesía. Se ven como cultivadores de todo lo mejor de la humanidad.
A veces, un creador particularmente dotado o inspirado es Abrazado en el
clan para preservar su talento por toda la eternidad. De esta forma, los
Toreador han unido a sus filas a algunos de los más grandes artistas,
poetas y músicos de la humanidad; por supuesto, si puede decirse
algo del clan es que no tiene dos miembros que estén de acuerdo en
el significado de "dotado" o "inspirado".
De todos los clanes, el Toreador es el más conectado con el mundo
mortal. Mientras los demás vampiros ven al ganado como peones o simple
alimento, ellos planean con elegancia y facilidad entre la sociedad de la
Canalla, saboreando las delicias de cada época como sibaritas. Son
los vampiros más propensos a enamorarse de mortales, y se rodean
de las mejores cosas (y personas), las más lujosas y elegantes que
puede ofrecer el mundo. Resulta muy trágico que un Toreador sucumba
al aburrimiento y descarte las búsquedas estéticas en favor
del hedonismos sin sentido. Estos Vástagos se convierten en decadentes
sibaritas, atentos únicamente a satisfacer sus vicios y caprichos
personales.
Los Toreador están comprometidos con la Camarilla
y comparten el amor de los Ventrue por la alta
sociedad, aunque el tedio de dirigir las cosas no es para ellos.
Después de todo, para eso están los funcionarios. Saben que
lo suyo es cautivar e inspirar mediante su ingenio al hablar, sus elegantes
logros y su sencilla y centelleante existencia.
Apodo: Degenerados
Secta: La mayor parte del clan
está en la Camarilla, pues sólo
esa augusta organización promueve la "cultura" y les permite vivir
entre los mortales a los que favorecen. Los que están en el Sabbat
se dedican a grotescos pasatiempos "artísticos", como la tortura
y la pintura con sangre, o dirigen los movimientos más decadentes
y clandestinos.
Apariencia:
los Toreador Abrazan movidos tanto por la pasión como por cualquier
otro motivo; por tanto, suelen ser criaturas de sorprendente belleza.
De toda la Estirpe, son los vampiros más sintonizados con las tendencias
e la moda humana; Degenerados centenarios pueden estar más a la
última que mortales de 30 años. Si algo está de moda,
lo más probable es que algún Toreador lo adopte.
Refugio: los Toreador procuran que su refugio sea cómodo,
apropiado para la vida social y, sobre todo, acorde con sus gustos estéticos.
Los vampiros de inclinaciones más artísticas pueden tener
espaciosos lofts donde exhibir sus obras, mientras que los "farsantes"
del clan prefieren los lujosos salones para celebrar fiestas.
Trasfondo: el clan abarca toda una gama de conceptos, desde artistas
torturados y solitarios hasta degenerados vividfores. Algunos Toreador
son Abrazados sólo por su belleza o su estilo personal, ya que
su apasionado sire decide que deben ser "preservados" por toda
la eternidad.
Creación del personaje: los Atributos y Habilidades Sociales
son los favoritos del clan, aunque los Toreador están menos preocupados
por el control directo que por causar una buena impresión. La Percepción
también es importante, tanto para crear como para criticar. Los
artistas aprecian Habilidades como Expresión e Interpretación,
disfrutando con frecuencia de puntuaciones muy elevadas en estos Rasgos;
sus hermanos farsantes se arreglan con Habilidades como Etiqueta y Subterfugio.
Los Toreador son criaturas muy sociales y les encanta ser adorados por
Vástagos y ganado; por tanto, Trasfondos como Aliados, Contactos,
Fama, Posición, Rebaño y Recursos son comunes.
Disciplinas de Clan: Auspex, Celeridad y Presencia
Debilidad
de Clan: Cuando un Toreador ve, siente o incluso huele algo verdaderamente
hermoso (una persona, un cuadro, una canción, un bonito amanecer)
debe pasar una tirada de Autocontrol (dificultad 6) para no caer embelesado
por la sensación. Quedará fascinado durante una escena o hasta
que el objeto en cuestión desaparezca: ni siquiera podrá defenderse
de los ataques, aunque si es herido tiene derecho a otra tirada de Autocontrol
para "romper el hechizo".
Organización: los Toreador no tienen mucha organización
en el sentido práctico, aunque sus grupitos y redes sociales son
legendarios. El clan se reúne con frecuencia, pero más como
una excusa para celebrar grandes fiestas y acontecimientos que para conseguir
algo. La Posición es un vertiginoso torbellino en el que una sutil
sonrisa o una crítica maliciosa pueden llevar a la fortuna o al
desastre. Un prodigio puede ser adorado una noche, cometer un faux
pas apenas perceptible y sufrir el ostracismo la noche siguiente.
Linajes: los Toreador dan mucha importancia al linaje; un vampiro
tan afortunado como para descender de un sire favorecido es visto con
adoración (al menos, mientras se da cuenta), meintras que los chiquillos
de un sire "marginado" sufren humillaciones sociales. Pocos
de estos linajes se desvían del clan principal de forma significativa.
Los antitribu del Sabbat son una
notable excepción, pues encuentran el mismo placer estético
en la belleza que en ela fealdad extrema.
Cita: Oh, ¿verdad que es exquisita? Sí, es mi último
descubrimiento... soy la musa de esa dulzura ¡Imagina! Y en cuanto a...
oh... ¿Thomas? Bueno, qué puedo decir... después de todo,
tuvo sus "quince minutos de fama", pero aquello no podía durar,
y enseguida se volvió muy aburrido, así que tuve que decir
adieu. ¿Suicidio? ¿De verdad? Qué chico tan tonto... debería
agradecerme que no le Abrazase. Hubiese puesto las cosas tan difíciles,
después de todo...
|